miércoles, 25 de enero de 2017

El papel del IMSS en momentos del AH1N1

¿Cómo hechas a andar un aparato burocrático con unos 400 mil trabajadores (y que en el caso del IMSS, con atención a 50 millones de derechohabientes) en una crisis de salud pública?, ¿cómo afrontas una epidemia viral?, ¿qué políticas públicas debe adoptar un gobierno?, ¿cómo deja a un país un virus, después de su contención?

El libro La influenza mexicana y la pandemia que viene, narra en su primera parte, la puesta en marcha del andamiaje de una de las instituciones de salud más nobles de nuestro país, y quizás la más burocrática del sector al menos hasta ese momento visto. Los protagonistas de las historias de lo que sería el episodio de la crisis de la influenza en México, fueron jóvenes que demostraron ante los hechos, un manejo excepcional de sus habilidades, de sus emociones y de su prestación física que durante días seguidos acontecieron en el IMSS por el motivo del virus que meses después, de ocurridos los eventos iniciales (finales de abril de 2009), sería conocido como AH1N1. El título del libro hace referencia a éste virus como “la influenza mexicana”, la prensa europea principalmente manejó el término en plena crisis, el gobierno federal mexicano de ese entonces hizo todo lo posible por dejar en claro que era un término que propiciaba discriminación, tiempo después, el conocimiento generado y el valor de los que lidiaron directamente con la crisis, reconocer al virus de abril de 2009 como “la influenza mexicana” pasa a los registros de la comunidad de salud internacional como una aportación digna de contención, un antecedente para prevenir escenarios similares.

A continuación, los autores del libro -junto con su función que en la fecha de los hechos desempeñaban- son: Daniel Karam (director del IMSS), Santiago Echevarría (director médico del IMSS), Juan Lozano (coordinador de asesores del director del IMSS), José Luis Romo (jefe de la unidad de planeación del IMSS) y Roberto Albiztegui (titular de la Coordinación de Comunicación Social del IMSS). En los casos de Daniel, Juan y José Luis, eran nuevos en sus puestos, de hecho en el libro, el propio Juan Lozano relata como el mismo día de la crisis se incorporó a trabajar, imaginemos el reto que implico aquello. Otras aportaciones muy importantes son las del Dr. Pablo Kuri (que en ese entonces laboraba como investigador en la UNAM) y Philippe Lamy (representante de la OMS en México). Y para comprender el contexto político -de hecho se mencionan en el libro-, el Presidente Felipe Calderón, José Ángel Córdova (Secretario de Salud), Antonio Vivanco (jefe de asesores del Presidente), Agustín Carstens (Secretario de Hacienda), Ernesto Cordero (Secretario de Desarrollo Social), Fernando Gómez Mont (Secretario de Gobernación), Miguel Ángel Yunes (director del ISSSTE), entre otros.

Ahora bien, éste libro desvela cuestiones del funcionamiento del gobierno federal y de sus instituciones, la jerarquía, el mando, las responsabilidades, los amigos y los conocidos, me queda claro que el personal de confianza de los que pertenecen al primer círculo son conocidos, personas que son invitadas a unirse a un equipo de trabajo en base a afinidades y recomendaciones, y entiendo el porque es así. La juventud aportó con su dinamismo, el cambio de paradigmas, léase elaboración de procedimientos, implementación de una visión sistémica, recabación y procesamiento de información, y aplicación eficiente de la tecnología para las comunicaciones, algo que por cuestiones generacionales, se les da mejor a los jóvenes que a los no tan jóvenes.

El manejo de crisis con los medios de comunicación es vital para el control de la información (y más cuando medios internacionales también forman parte del grupo), y en el caso de la influenza de 2009, no pudo ser más acertada la idea de haber concentrado en el secretario de salud la vocería autorizada de lo que acontecía. Ampliamente Albiztegui relata su experiencia en el IMSS en lo que a él le toco, prácticamente el emblemático edificio de Reforma 476 se convirtió en el bunker de la crisis.

La mancuerna que crean Karam y Romo es fundamental, en el caso del segundo, el haber hecho experiencia en el recién creado e implementado (en ese entonces) Seguro Popular, detonó una creatividad para definir protocolos y procedimientos que alimentaran fluidamente las matrices de información, finalmente él era el responsable de elaborar los informes del IMSS que llegaban al mismo presidente. El director Karam y el mismo Romo, se toparon con que tenían que pedir cooperación a 35 delegados que nunca habían requerido tanto de sí mismos como en aquellos días, esto consistía en reuniones virtuales a través de redes internas, tecnología que sólo en las películas, y que desde luego movió más de un tapete e hirió la susceptibilidad a más de uno. En retrospectiva, el esfuerzo de todos los que intervinieron, desde la enfermera, pasando por los médicos, hasta jefes de áreas, etc., se reconoce en su conjunto el manejo de la crisis. En la parte dos del libro, titulado Las lecciones aprendidas, los autores del libro junto con Lamy, hacen una valoración de los obstáculos de todo tipo que tuvieron que sortear, y que a decir de Karam y Romo, el IMSS después de la experiencia, cuenta con una mejor preparación. Se destaca el hecho por ejemplo de la mejora en la comunicación entre instituciones, la SSA, el IMSS y el ISSSTE que en general hacen al sistema de salud mexicano, también, la crisis de 2009 dejó ver la carencia de laboratorios especializados en identificación y confirmación de cepas virales, así como de protocolos aterrizados al funcionamiento de las instituciones mexicanas tal cual están organizadas. En éste tipo de eventualidades, si bien se trabaja con personas, éstas deben funcionar y ejecutar sus actividades en base a procedimientos que permitan relevos. Y otros temas, stock en almacén, atención a derechohabientes y no derechohabientes (un paradigma que costo romper en las personas del instituto) en un momento de crisis, la sobre saturación de los servicios, los mecanismos de triage, etc.

México pago un precio muy alto económicamente hablando por el hecho de limitar las actividades de las personas por alrededor de quince días, internacionalmente la honestidad del gobierno mexicano en transparentar los acontecimientos tardo en ser correctamente valorada, sin embargo, a decir de los especialistas, fueron más que oportunas las decisiones del entonces gobierno federal. En un pasaje del libro, se relata como en una reunión en los pinos, en el jardín a la hora del desayuno, el Presidente Felipe Calderón toma la batuta de una discusión acalorada de secretarios de estado e instruye la suspensión de actividades anteponiendo por sobre todo la salud de los mexicanos, lo anterior ante el beneplácito de unos pero la incertidumbre de otros, y es que en la realidad, en los equipos de trabajo se espera la honestidad en los comentarios y se valora por consecuencia el trabajo en equipo ante una decisión tomada, una política pública fue aplicada ahí en ese momento.

Como nunca antes en la historia contemporánea de México, las instituciones de salud, el gobierno mexicano, su fuerza laboral y en general la ciudadanía fueron puestos a prueba, hubo obstáculos que se superaron sobre la marcha de la crisis, se controló eficazmente (no sé si eficientemente), y al final queda un legado del IMSS y en general del sector salud mexicano para el mundo. La prevención es fundamental para la inevitable pandemia que viene.

Bibliografía: Karam, Daniel et al. (2015). La influenza mexicana y la pandemia que viene. México. Editorial Siglo XXI.

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Links de interés:
@danielkaramt
@JLRomoCruz
http://archivo.eluniversal.com.mx/nacion-mexico/2015/impreso/-8220mexico-preparado-para-nuevas-pandemias-8221-225592.html
http://www.youtube.com/watch?v=cCmI8nCBAxk
http://www.youtube.com/watch?v=49AP5Xttvug


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