miércoles, 18 de enero de 2017

Aficionados desinteresados

Ésta opinión y reflexión versa en torno a aquellos profesionistas “aficionados desinteresados” que viven y trabajan siendo profesionistas pero sin ser profesionales, y sumado a eso, con un profundo desinterés sobre los retos de México, ya no digamos del mundo y de la humanidad.

Recuerdo cuando mi época de secundaria, supongo que por mi formación en casa, una de mis mayores aspiraciones era sin duda lograr ser alguien en la vida, en esa etapa de la vida sólo quieres cumplir la meta y darle gusto a tus padres, primero terminando la secundaria y continuar hasta lograr ser un profesional, finalmente es lo que se “acostumbra”, estudiar para ser alguien.

Ahora bien, esa concepción puede ser asumida desde una simple idea preconcebida de una sociedad y lo que espera de ella misma, o bien, como una línea personal de trascender, es decir, asumirlo como un objetivo de vida, disciplinado y constante.

Uno de las deficiencias del sistema educativo mexicano es la orientación profesiográfica, era un cuanto más complicada cuando la época en que apenas llegaban las computadoras a las escuelas públicas y se ponían de moda (Windows 95), porque no había información como hoy, disponible de todas las universidades en la web, las universidades comenzaban a crear sus sitios. Comparado a hoy, toda la información se encuentra en medios oficiales como el propio INEGI, y existen interesantes estudios muy bien estructurados como los del IMCO que precisamente identifican la importancia de que exista información veraz y oportuna en ésta materia.

De la orientación profesiográfica esperaríamos por lo menos dos detonantes, primero que el joven identifique su FODA personal, el más honesto posible, y luego en base a ello, canalizarlo a la información de las carreras más promisorias (no sólo intelectualmente hablando, sino también, económicamente hablando, finalmente de eso vivimos cada uno de nosotros que decidimos por una carrera, de ejercer nuestra profesión). Comulgamos y creo que para bien, con la famosa idea de “elige una carrera con la que seas feliz, así nunca tendrás que trabajar”, poder combinar el gusto personal con una buena remuneración, seguro es un logro.

¿Y que pasa con lo que eligieron mal?, ¿cómo sobrellevaron el ruinoso camino de una selección fallida de carrera profesional?. Un tema interesante es que en el mundo existen millones de personas que transitaron por éste camino y que lo están recorriendo justo ahora. La problemática podemos identificarla en dos vertientes, la primera en el efecto sobre la vida personal del individuo y la segunda sobre el efecto que ese individuo causará una vez que sea económicamente activo.

México es uno de los países más bondadosos, alimenta el espíritu del conocimiento, y lo hace nada más y nada menos que con becas que buscan detonar un sector intelectual en México más o menos acorde a las demandas en educación y desarrollo de tecnología, por organismos como la OCDE o el BM. El México de las oportunidades opinarían algunos.

Los golpes de suerte son de una simpleza tan vil, que manejar el término para justificar nuestros éxitos o nuestros fracasos profesionales francamente nos disminuye como personas, en el primero de los casos alimenta un ego inexistente y en el segundo caso juega en detrimento de nuestras verdaderas capacidades.

Fijarnos una visión clara de nuestros objetivos es fundamental para el éxito construido, no podemos comernos el mundo de un solo bocado y debemos trabajar en base a proyectos, un paso a la vez. Aprovechar las oportunidades, tradúzcase en becas o financiamiento, es estar alertas. La reflexión final gira entorno a que en México, a pesar de contar con un “sistema de oportunidades” (ciertamente refiriéndome a un nivel superior y de posgrado) se enlistan en las filas académicas  desinteresados que sin ton ni son, reconocen no tener  un rumbo profesional si quiera, ya no digamos de vida (sería meternos en embrollos ajenos), personas que han intentado aquí y allá, y que no tienen rumbo fijo, en la cultura del mexicano sería algo así como “el ahorita lo hago”, “haiga sido como haiga sido”. Estamos ante un panorama de futuro a mediano plazo no muy alentador, por lo que respecta a sustentabilidad, crecimiento de la población, urbanidad, energía, agua, etc., es decir, todos los temas están teniendo un desenvolvimiento que a pronósticos cuantitativos requieren de profesionistas que se asuman como tal y que contribuyan desde su compromiso personal a aportar conocimiento, causa y bienestar colectivo, o de otra forma ¿A qué le tiras mexicano?.

Sígueme en mi twitter @versuserwin 

No hay comentarios:

Publicar un comentario