![]() |
Fuente: internet |
Una de las razones de la senadora para cambiarse fue porque quiere contribuir a una “verdadera transición democrática”, que a pensar de la senadora, se vivirá en próximas fechas con Andrés Manuel (o con MORENA, no queda claro). Si bien renuncia al PAN, no pasa directo a las filas de MORENA, sólo se hace independiente con apoyo al proyecto de Andrés Manuel. Me parece que apoya más al personaje y al proyecto, que al partido guinda.
Desde acción juvenil
fue parte la senadora, PANista desde que tenía 15 años dice, participó
activamente siempre, su brinco a los medios nacionales fue quizás desde que se desempeñó
como delegada en la Miguel Hidalgo.
Convicción
democrática, una democracia más justa, es tiempo de pluralismo, son algunos
argumentos someros que mencionó en su breve rueda de prensa.
Bien, después del
anterior recapitulaje de lo dicho por la senadora, vale la pena preguntarse en
año electoral, ¿por qué los políticos cambian de un partido político a otro?,
la respuesta más simplona diría que por ambición, por traición, porque no le llegaron
al precio, porque no le cumplieron el capricho, etc., es decir, una serie de
adjetivos calificativos propios de desconocer la cultura política de nuestro país
así como un claro desconocimiento de la ciencia política misma, la cual por
cierto no se invento ayer, ni tampoco el siglo pasado.
No es lo mismo decir
que se “cambio de partido” a “se cambio de proyecto político”, o “se adhirió a la
plataforma de otro candidato”, es decir, aunque pueda llegar a molestar a algunos,
no son lo mismo las frases, las palabras si importan, porque éstas dan pie
precisamente a definir hasta que punto se inmiscuye uno al proyecto al que se
está yendo.
Convicción democrática
dice la senadora, ésta justificación sólo se puede entenderse en un momento de coyuntura
política, es decir, ésta justificación cobra mayor relevancia en momentos como
#elecciones2018, y es así porque ésta justificación debe ir respaldada precisamente
por ese acontecer de la vida política que el actor cree que ya no responde a
las necesidades democráticas del país.
La lectura de éstas
transiciones democráticas de curul, no pueden leerse sin conocer mínimamente la
doctrina y filosofía de cada partido, en el caso del PAN, éste se conduce en
base a una ideología humanista, sus proyectos de política pública los apoya en algo
que llaman economía social de mercado y a nivel internacional son un partido de
la corriente demócrata cristiana. Mientras tanto MORENA es un partido cuyo
objetivo es “construir una sociedad libre, justa, solidaria, democrática y
fraterna” pero que en el camino es crítico del modelo neoliberal, si bien
MORENA fue el resultado de un movimiento social peculiar, identificado como de
izquierda, la realidad es que no se ha discutido lo suficiente y creo que el
partido mismo no ha dejado claro que modelo económico propone implementar a futuro, a la
experiencia de Andrés Manuel López (siendo del PRD) en la capital del país como
su Jefe de Gobierno lo que vimos fue un gobernante apegado a las instituciones
y aplicador del modelo económico vigente. En el caso del PRI y el PRD, estos si
definen con mayor claridad sus modelos económicos.
Al no encontrar entonces
en nuestra partidocracia diferencia sustancial alguna, la realidad es que prácticamente
es viable y muy fácilmente justificable que un político “cambie” de un partido
a otro, esa radical diferencia que los medios de comunicación nos han querido
vender como los partidos de izquierda y los de derecha, inclusive hay quien
habla de partido de centro en México, es una broma y al mismo tiempo una vil
mentira. En México somos eminentemente conservadores.
Y si todos son
iguales, entonces ¿qué marcaría la diferencia?, la diferencia la marcaría por
ejemplo el tratamiento que pudieran darle al modelo del desarrollo sustentable,
afrontar posiciones más radicales como las del consejo nacional indigenista, y
en general una visión de ecología política y economía ecológica si sería un
marco diferenciador, mientras tanto los cuatro partidos más grandes de México,
son eminentemente lo mismo en su quehacer económico, y lo mismo en su quehacer
político.
Por ello, “el brinco”
de los políticos de un partido a otro no debiera sorprender, de hecho no me sorprende,
hay quién se desgarra las vestiduras porque la senadora pasa tentativamente del
azul al guinda, pero ante lo explicado anteriormente, nada debiera sorprender,
en éste sentido somos un país mediocre -partidariamente hablando- que no va más
allá, que no es propositivo en adoptar otras ideologías realmente diferentes.
En España por ejemplo, están los anticapitalistas.
Si es por convicción política, congruencia política, convicción democrática esta bien, y si lo fuera por mera ambición -digamos personal- también estaría bien, sólo que en éste caso, si quedara al descubierto, el costo político sería poco menos que la perdida de la credibilidad.
Si es por convicción política, congruencia política, convicción democrática esta bien, y si lo fuera por mera ambición -digamos personal- también estaría bien, sólo que en éste caso, si quedara al descubierto, el costo político sería poco menos que la perdida de la credibilidad.
Sígueme en twitter @versuserwin
No hay comentarios:
Publicar un comentario