Un
verdadero gusto haber escuchado al Dr. Nicolás Soto Oliver, médico anestesiólogo
de profesión y cronista de historia por gusto, respetado miembro de la Academia
Hidalguense de la Historia. Como cada año, la Academia organiza un ciclo de
conferencias de reconocidas personalidades, para éste año 2013 se programaron
11 ponencias por demás interesantes, la mayoría referentes a Pachuca, todas
llevadas acabo en el Teatro Guillermo Romo de Vivar, los miércoles de los meses
Octubre y Noviembre.
Éste
30 de Octubre, tocó a Nicolás Soto Oliver. Poseedor de un talento nato de camaradería
y de buen gusto al contar las cosas, ha escrito varios libros, entre ellos, “Costumbrismos
de Pachuca” y “Barrio Minero”, ameno resultó escucharle de principio a fin, acerca
de “comentarios sobre el Pachuca de finales del siglo XIX”, del cual uno
pensaría que no hay nada o por lo menos, no la gran cosa que contar, y menuda sorpresa
porque aunque la época mencionada fue de muchos disturbios y cambios
geopolíticos a nivel nacional, Pachuca era claramente una localidad conocida y con
vida propia, marcada principalmente por la minería..
A
continuación mis anotaciones:
-- Deben
ustedes saber que nuestros hermanos de Tulancingo desde aquellas épocas ya eran
especialistas en demandar atención, apoyando a los invasores, como los
franceses a pasarla no tan mal, festejándoles y recibiéndoles cortésmente,
apoyando así las causas conservadoras de la época, siendo su primer obispo
Ormaechea uno de los orquestadores de aquellos episodios.
-- Hidalgo
como sabemos, perteneció a la provincia de México, de la que al final
resultarían los Estados de Hidalgo, Morelos y el propio Estado de México. Antes
de ser estados fueron distritos, e Hidalgo era el II.
-- Las
primeras imprentas que existieron en México estuvieron en el EdoMex, la primera
y en Hidalgo la segunda, específicamente en Huichapan, municipio de gran
historia.
-- Durante
el periodo de Benito Juárez, el gran hombre de las Leyes de Reforma, el Estado
de Hidalgo nació, si bien se habla de varias solicitudes enviadas al presidente
y al congreso, no hay evidencia física de ello, a diferencia de varios
discursos de hombres de la época que sonaron y quedaron registrados. ¿realmente
a Juárez le interesó el nacimiento de un nuevo estado llamado Hidalgo?.
-- Martínez
de la Concha fue uno de los personajes más importantes de finales del siglo
XIX, gobernador de la Provincia de México, visitó Pachuca y Tulancingo durante
su gestión.
-- La
minería no había sido tan exitosa en Pachuca y alrededores sino hasta bien
entrado el siglo XX, con el descubrimiento y aplicación de nuevas técnicas, por
parte de estadounidenses, de la electricidad, la cianuración y el TNT,
prácticamente con estos tres elementos fue que las minas se vaciaron
enriqueciendo sólo a particulares, porque realmente la sociedad civil nunca se
vio beneficiada.
-- Pachuca,
para aquellos años, era bien conocida por sus asaltantes, prácticamente ningún
viajero se libraba de asaltos a las afueras del pueblo, aún a pesar de que se
aplicaba la pena de muerte in situ para los maleantes.
-- En
cuanto a tabernas y/o bares, no ha cambiado mucho Pachuca, quizá sólo la
bebida, antes era el pulque, ahora es la cerveza, sólo menciono la alta demanda
que había.
-- Realmente
Pachuca era un pueblo de personas trabajadoras, era pobre y la poca clase alta
era pretenciosa.
-- Las
minas absorbían a los hombres, afortunadamente y de forma gradual, la vida paso
de mineros a jóvenes que preferían estudiar, lo cual cambió rotundamente el
panorama.
Finalmente
y cuando pensábamos los asistentes que había terminado la conferencia de casi
dos horas del Dr. Soto Oliver, una de las asistentes lanzo una pregunta
provocadora al estudioso, respecto de las modificaciones a llevarse acabo en
Plaza Independencia, a lo cual el ponente dijo “nos van a destruir la Plaza
Independencia”, recordando que no sería la primera vez y que lamentablemente pareciera
que se trata de un mal que se repite cada cierto tiempo, gobernantes, en éste
caso alcaldes de Pachuca, incultos e insensatos, alteran la historia plasmada
en arquitectura y espacios públicos de gran valor histórico, ejemplo de éstos
errores, Plaza Constitución y sus modificaciones que se realizaron en algún
tiempo, y la venta del Teatro Bartolomé de Medina.
No
queda más que agradecer éste tipo de eventos, bien por la Academia Hidalguense
de la Historia.
Me
pronuncio por no cometer los errores del pasado, la historia es fundamental en
nuestra cotidianeidad, leamos más y contextualicemos la historia para hacerla
más agradable. Fue una encantadora tarde de historia.
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