jueves, 1 de octubre de 2020

El cambio estructural que requiere la transición energética

Traducción íntegra del boletín de Octubre 2020 de REN21 


Acción inspiradora con nuevas narrativas y alianzas

Queridos lectores,

Cuando participo en paneles de discusión sobre la transición energética o la recuperación verde, me encuentro a menudo con la pregunta: "Mirando al futuro, ¿se siente optimista o pesimista?" Una pregunta difícil de responder en vista de la crisis climática y de desarrollo, pero aún más difícil ahora, ya que enfrentamos la incertidumbre causada por COVID-19, la crisis económica resultante y el deseo apresurado de escapar de nuevo a la "normalidad".

Reformular la pregunta arroja luz sobre la tensión subyacente: ¿deberíamos cambiar? ¿Podemos cambiar? ¿Y cambiaremos? Como era de esperar, mi respuesta a las dos primeras preguntas es un gran "SÍ".

¿Pero si cambiaremos?

Para ser honesta, no puedo responder a esto con tanta certeza.

La interrupción de la energía renovable es muy diferente de las interrupciones tecnológicas, como el teléfono móvil o Internet, que han hecho que las normas pasadas sean irrelevantes. Aunque el argumento económico a favor de las energías renovables ha cambiado los términos del debate, el cambio a un sistema económico y energético basado en energías renovables todavía requiere una decisión política consciente, una decisión que amenaza el status quo y el "poder en el lugar". La resistencia al cambio, normal hasta cierto punto, se amplifica mucho.

COVID-19 agrega otra capa de complejidad. En tiempos de miedo, se intensifica la tensión entre hacer cosas nuevas y la tendencia a volver a nuestras zonas de confort o volverse sobre uno mismo. Estos tiempos también subrayan una cierta irracionalidad en la toma de decisiones, la importancia de las historias, narrativas e incluso los cuentos de hadas (o fake news) para consolar o dar esperanza.

Recientemente leí un libro interesante que me hizo reflexionar sobre esto: ¡Tous centaures! L'éloge de l’hybridation (¡Todos los centauros! El elogio de la hibridación) de Gabrille Halpern. El libro explica que desde la Antigua Grecia, los mitos se han creado para reemplazar una parte incierta de la realidad, salvándonos de enfrentarnos directamente a la realidad y el miedo que provoca. El mito del centauro, por ejemplo, nos devuelve al miedo a algo híbrido, que no tiene una identidad u origen claros.

Vemos esto en la energía: los mitos de que las energías renovables son demasiado caras, que la energía renovable variable hará que la red sea "inestable", pero también que el gas natural es el combustible puente y que la energía nuclear es "limpia". Cuando rompemos estos mitos, es evidente que nos frena el miedo a un cambio radical. También nos señalan a los jugadores que tienen interés en crear y mantener mitos.

Por lo tanto, nuestra respuesta como comunidad de energía renovable debe ir más allá de desacreditar mitos. Debe hablar de los miedos subyacentes. Crear un cambio estructural profundo requerirá tres cosas. En primer lugar, debemos cambiar radicalmente la forma en que hablamos de energía renovable. En segundo lugar, debemos cambiar nuestras tácticas para ser más estratégicos a la hora de influir. Finalmente, necesitamos crear conexiones con un nuevo grupo de expertos.

Aquellos de nosotros en la comunidad técnica asumimos que los hechos sobre las energías renovables pueden hablar por sí mismos. Pero es en estos tiempos de incertidumbre que las discusiones se polarizan y los hechos se tuercen. Debemos recordar que estamos hablando con tomadores de decisiones que están directa o indirectamente influenciados por sentimientos: de miedo, incertidumbre y esperanza. Nuestra narrativa debe "dar en el blanco" de la manera correcta, inspirando confianza en la transición y transmitiendo la urgente necesidad de cambio. Como sector, esta es una capacidad que debemos desarrollar.

Para desarrollar nuestras competencias de influencia, necesitamos crear conexiones con sociólogos, psicólogos y expertos en marketing, aquellos que entienden el comportamiento y las preferencias humanas, para que los tomadores de decisiones se acerquen a estos cambios radicales.

2020 es un año para redefinir la "nueva normalidad", un proceso que es intrínsecamente desestabilizador pero que brinda la oportunidad de hacer las cosas de manera diferente. Todavía no estoy seguro de que cambiemos, pero estoy entusiasmado con estas nuevas rutas que podrían ayudarnos a acelerar el cambio a las energías renovables. Espero que tengamos la valentía colectiva para caminarlos.

Todo lo mejor,

Rana Adib
Director Ejecutivo, REN21

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