La
movilidad urbana en Pachuca y la mezquindad política
Por Erwin
Medina Josefa*
Ésta opinión
esta motivada por una inquietud surgida por diferentes actores locales, amigos
y especialistas, y conocedores del tema de la movilidad en la ciudad, y que al haber
compartido algunos espacios de opinión con éstas personas en algunos momentos
del año 2018 caímos recurrentemente en la conclusión de que Pachuca y sus municipios
vecinos más cercanos son propensos a ser planificados bajo principios de “ciudad
sustentable” y “ciudad amigable”, en esto se incluye la movilidad. Cuando el
concepto de movilidad urbana sustentable (MUS) es retomado como marco de
referencia para realizar un diagnóstico de la ciudad, la coincidencia esta en
priorizar la seguridad del peatón, favorecer la multi-modalidad así como el
transporte no motorizado, siendo la bicicleta por mucho el transporte favorito,
pero aparte en extenso justificado. Pero en un proceso de reflexión, fuera de
éste círculo, comienzan los problemas.
La ciudad que queremos. Fotografía de Río de las Avenidas de Pachuca Fuente: Erwin Medina |
El más
grave problema es la desinformación, también nos encontramos con posiciones (en
materia de movilidad y transporte) que responden a diversos intereses
económicos, y la demanda más apremiante que resulta del problema de la “cero
voluntad” de escuchar, atender e implementar las recomendaciones de los
expertos urbanistas en temática de MUS, y que además sean locales. Así ha estado
el tema de movilidad a nivel de política pública en nuestro municipio de Pachuca
en los últimos 30 años.
Recuerdo
aún con mucha tristeza el vanaglorioso momento político en que se anunció con
bombo y platillo el TuzoBus, un proyecto que auguraba modernidad, seguridad y sobre
todo rapidez en los traslados, disminuyendo el tráfico de la ciudad, y de paso,
una “contribución” al ambiente por aquello de no contaminar tanto, en ese
entonces se destacaban las bondades ambientales de los camiones TuzoBus, así
como la desarticulación de una red de rutas de combis y camiones en la ciudad.
Al paso de los años (tres), ni una cosa ni otra, fue una implementación equivocada,
con una planeación falseada en alguna o algunas de sus partes. El TuzoBus a
nadie dejo satisfecho, ni al propio Gobierno Estatal de ese entonces, ni al actual.
El precio del manotazo sigue pasando factura, y es que ya son otros tiempos.
Por lo
menos en los dos recientes años me ha tocado escuchar de todo, mezquindad y desinformación.
Retomemos el tema de la movilidad urbana, sólo desde la modalidad ofertada por
el transporte masivo, no hablaremos en ésta opinión del transporte convencional,
ni de la movilidad no motorizada, y motorizada particular, que en sí mismos son
temas muy complejos y en el que también encontramos en la sociedad pachuqueña mucha
desinformación y si mucha manipulación, vamos a concentrarnos en el transporte
masivo.
Están las
posiciones que aseguran la necesidad de complementar el BRT (Bus Rapid Transit)
TuzoBus con una segunda troncal, se alude a la que debería supuestamente transitar
por el Boulevard Luis Donaldo Colosio, la vialidad más grande del municipio y
que Pachuca comparte con Mineral de la Reforma, un circuito que prácticamente
encierra al oriente-norte de la zona metropolitana de Pachuca (ZMP) en lo que
sería el primer gran anillo del área urbana. La experiencia del TuzoBus no facilita
asignar alta ponderación a ésta opción. Es el financiamiento y el esquema de
administración otro problema. Conlleva otras preguntas como ¿qué tecnología es
la que debe implementarse?, ¿existe la infraestructura en la ZMP?
Está la versión
ofertada más reciente de un Monorriel. Inmediatamente causa risa loca, de esa
risa desenfrenada, pero, detengámonos, siendo profesionales analicemos el
proyecto, ofrezcamos el beneficio de la duda, pero ¿cuál proyecto y donde puede
ser consultado?, porque ¿dónde está la información?, ¿a quién se le encomendó
el estudio?, que por comparecencia más reciente del titular de la Secretaria de
Movilidad del Estado, se entiende que esta en proceso de ejecución.
He
escuchado también la versión del teleférico, cables y cabinas cruzando todo el Colosio.
Recurrentemente los especialistas se llenan la boca de fascinación de
experiencias de otros países, lo cual está bien, retomar siempre las mejores
prácticas de otros lugares por lo menos incita y amplifica la visión de lo que
se discute, aunque cual es el limite entre fascinación y el desapego al
reconocimiento por vanguardistas propuestas en materia de infraestructura para
la movilidad. Desde mi perspectiva hay que ser prudentes, y aplicar la máxima
de “menos es más”.
Y desde
luego referente al tema del tráfico y la atención prioritaria a los
particulares, nunca se descartan los segundos pisos, finalmente han sido la solución
por años, y la gran mayoría queda satisfecha. Hoy sin embargo, los ingenieros civiles
deben enfrentarse a otras opiniones de disenso sobre la construcción de la
ciudad.
Cada una
de las fabulosas ideas comentadas anteriormente, parte de la comidilla cotidiana,
de esa discusión que no abona más que a la perversa desinformación, y en la que
al final del camino, quién sale perdiendo es siempre el usuario final de una u
otra opción de movilidad.
Los
conocedores de los temas de MUS no están llegando al grueso de la población, no
están demandando sus espacios para ser oídos, y peor, entre nosotros mismos no
estamos concretando una opinión clara sobre la realidad de la ZMP y lo que necesita
a corto y mediano, relegando a otros la planificación, siendo entonces sólo
espectadores de la maquinación de los intereses económicos del grupo o de los
grupos de siempre. Nos enfrascamos en la infraestructura y la tecnología, pero sin
resolver medianamente el tema de fondo, establecido con claridad por la
pirámide de la movilidad, y es que lo anterior se acompaña de responder a la pregunta
¿qué modelo de ciudad queremos?, un cuestionamiento que es limitado a un grupo
pequeños de planeadores y tomadores de decisiones.
Se habla
de una ley de movilidad urbana sustentable como ninguna otra en el país, nada más
que palabras. No es pesimismo, no es criticar por criticar, pero los expertos
urgen que desde su posición comodina o no, demanden y hagan valer sus espacios
de opinión, y que mejor oportunidad que los foros que supuestamente se abrirán en
el mes de enero por parte de la Secretaría Estatal de Movilidad. Foros que
darán pie a la construcción del reglamento de la Ley de Movilidad y Transporte
para el Estado de Hidalgo.
Al final
del día, las dimensiones de la ZMP colaboran para planificar una ciudad
sustentable, que bajo políticas adecuadas en materia de movilidad, se podría cumplir
con el precepto de calidad de vida para todos los habitantes. Es un tema de
hacer respetar la ley, es un tema de romper paradigmas (monopolios
concesionarios), de ordenar verdaderamente el transporte público, es un tema de
ingenio y creatividad en el ejercicio de los presupuestos asignados.
Cinco
cosas se necesitan para sentar las bases de una verdadera movilidad urbana
sustentable en la ZMP, o por lo menos entre los tres municipios conectados, San
Agustín Tlaxiaca, Pachuca y Mineral de la Reforma: (-) de parte de las
autoridades estatales voluntad de escuchar, atender e implementar las
recomendaciones de los expertos urbanistas locales, (-) primar el interés
colectivo con énfasis en lo social y ambiental (desarrollo urbano sustentable),
y (-) y dejar a un lado la mezquindad política (la de robar, y la de
megaestructuras y/o megaobras de legado político), (-) estudios serios,
profesionales, transparentes, etcétera, (-) creatividad e ingenio.
Luego
parece ser que no hay especialistas en Hidalgo, nada más falso, hay que voltear
a ver a la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, y al Colegio del Estado
de Hidalgo, entre otros institutos que cuentan con perfiles académicos que mucho
pueden aportar.
Así como
otros temas del urbanismo, el de la movilidad requiere atención en cada uno de
sus subtemas, no basta con promoción de infraestructuras para movilidad no motorizada,
se requiere del fomento, proveniente de una política pública contundente. Hidalgo
son varios Hidalgos, es decir, la realidad que encontramos en materia de
movilidad y transporte en las zonas urbanas del Estado contrasta diametralmente
con las prácticas de las localidades rurales, se reconoce entonces el ímpetu de
la actual administración en la Secretaria de Movilidad del Estado por dotar de orden
y estructura a una -ciertamente- nueva dependencia estatal que tiene aún por aprender
e implementar en materia de MUS. El nuevo puesto de Dirección de MUS (dentro de la Secretaria de Movilidad Estatal) es
precisamente una oportunidad de avanzar, de ir administrando la realidad, o bien de
retroceder, ya veremos.
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* Maestría en Desarrollo Urbano Sustentable, y
participante como Embajador de la iniciativa MY World México, Hidalgo 2018
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