sábado, 28 de mayo de 2016

Ópera de mi vida

Tienes que vivir el Bellas Artes, tienes que sentir el Bellas Artes, tienes que estar ahí, recorrer sus pasillos, sus terrazas, ubicar el lugar más adecuado para cada evento, desde las butacas al frente, las logías, los palcos hasta las galerías, que mejor que en tu ópera favorita, que mejor que en tu concierto favorito.

Mi más reciente presencia en ese mágico recinto se debió a la puesta en escena de I Puritani de Vincenzo Bellini, una obra operística que data del año de 1835, siguiendo la estructura, ópera en tres actos. El contexto, la separación de Inglaterra del centro del poder católico, católicos por un lado, puritanos por el otro, y en medio de todo ese revuelo social, la infaltable historia de amor entre los dos personajes principales, Arturo y Elvira.

Más allá de los detalles técnicos que propiamente se podrían desmenuzar (experto no soy), el gusto por la ópera sin duda inicia por el oído, luego pasamos a la vista, iluminación, interpretaciones, vestuario, etc., en general de mi agrado. Cuatro presentaciones que bien valen la pena aprovechar cualquiera de ellas. Anterior a Los Puritanos, tuve la fortuna de acudir a La Traviata en 2015, con la cual terminé por reafirmar mi gusto por éste género musical, el clásico, el que perdurará por siempre.

Vamos juntos para la próxima que se presente en el Palacio de Bellas Artes, que dicen?.

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miércoles, 4 de mayo de 2016

Lo había olvidado

Hace unos días dos personas me hicieron recobrar la fe. Así de simple, a través de la inocencia de dos jóvenes de entre 16 y 18 años, recordé que no todo está perdido, que hacemos un mundo de nosotros mismos, cuando somos realmente parte de otro.

En el parque Ben Gurión, había un joven que con anticipación había comprado un globo de cantoya en forma de corazón <<¿quieres ser mi novia?>>, sólo dios sabrá donde se venden, pero lo tenía, el hecho de investigar y comprarlo, esto último es lo de menos. Siete de la tarde e intentando él sólo prender el globo, nos pide ayuda, en ese momento estaba yo con una compañía muy especial (esa es otra historia), y prestos, le auxiliamos, luego, que no enciende, que le falta la mecha, que no sirve el encendedor, en fin, y la novia a metros de distancia llegando al sitio y bueno, el hecho es que no encendió jamás, inclusive cuando intentaron después, el aire de Pachuca les fue cruel.

El amor existe y se manifiesta cuando menos lo imaginas, lo había olvidado.

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